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20 años después, la novedad sigue viva 2017-05-04 Se trató de un proceso largo y desafiante, personal y colectivo, construido en presente y en futuro. Con la densidad de la responsabilidad histórica y la determinación de una corriente de ideas que construye su propio cauce y busca su destino. En sus orígenes, se encontraba una rica historia de producción de uno de los pensadores más lúcidos del siglo, con sus varias regeneraciones intelectuales y emocionales: Edgar Morin, el “omnívoro intelectual”, el resistente contra todas las barbaries y totalitarismos. En sus orígenes, se encontraba una organización internacional con vocación de paz y con la misión de promover las mejores causas para la convivencia planetaria, desde las ciencias, la educación y la cultura. Se trata de la UNESCO que, en el Preámbulo de su Constitución declara: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”. En sus orígenes, se encontraba alguien que comprendía perfectamente el valor estratégico de la educación para enfrentar los desafíos del siglo XXI: Federico Mayor Zaragoza, entonces director general de la UNESCO, hombre de ciencia y cultura para la paz. En sus orígenes, se encontraba un momento bisagra en la historia de la humanidad: el pasaje de siglo y de milenio no era sólo un cambio de año. Se trataba de un cambio de época, una nueva mundialización: era necesario navegar en mares turbulentos con horizontes inciertos. Todo ello se conjugó para que la UNESCO le solicitara a Edgar Morin una contribución a la reflexión internacional sobre cómo educar para un futuro sostenible. El resultado fue un texto que expone problemas capitales −siete saberes “fundamentales”− que la educación del futuro debe tratar en cualquier sociedad y cultura. Así nació esta obra formidable, que constituye una referencia para todos aquellos que se preocupen y ocupen en la construcción de un mundo mejor: Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. La obra, de intensas 65 páginas, se compone de siete capítulos/saberes –siete principios claves− por medio de los cuales Morin construye una cosmovisión esencial para el campo educativo y para las transformaciones sociales y subjetivas. En ellos, nos habla de algunas claves para concebir y actuar en el mundo contemporáneo, describiendo los principios que debemos tener presente al diseñar o reformar los sistemas y las prácticas educativas:  Las cegueras del conocimiento provocadas por el error y la ilusión, apelando a la necesidad de formular un conocimiento de segundo grado −el conocimiento del conocimiento−, como práctica permanente que oriente nuestra acción. Los principios de un conocimiento pertinente, capaz de abordar los problemas globales y fundamentales y que, a la vez, dialogue con los asuntos más próximos y locales. Esto exige la recuperación del conocimiento integrado, superando la fragmentación en parcelas inconexas y estériles. La condición humana como objeto esencial de aprendizaje, conjugando unidad y diversidad de lo humano en toda su complejidad. La identidad terrenal como destino planetario del género humano, apropiándose del ethos de la ciudadanía global, desde una identidad compleja, a la vez local y global. La incertidumbre como factor de nuevas estrategias de desarrollo y construcción de futuro, aprendiendo a “navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza”. La comprensión, como medio y fin de la comunicación humana. En una época en que la incomprensión parece ser tendencia dominante, resulta capital enseñar la comprensión y la educación para la paz. La ética del género humano, desde una concepción compleja de la condición humana, construida en el bucle individuo ↔ sociedad↔especie, con sus interdependencias en términos de autonomía individual, participación colectiva y responsabilidad estratégica.  Estas claves, presentadas por el autor en un lenguaje claro y breve, deben servir para revisar paradigmas, sistemas y prácticas en distintas áreas del quehacer humano. Entre ellas, la educación, por su fenomenal impacto en la construcción y destino de las sociedades, tiene aquí un recurso estratégico. En el prólogo escrito para esta obra, el entonces director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, realiza un llamamiento a “trabajar para construir un futuro viable”. Allí señala que, para ello, “uno de los desafíos más difíciles será el de modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracterizan nuestro mundo”. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro no es sólo un libro de referencia mundial, y no lo es sólo para educadores. En realidad, se parece más a un movimiento, una gran fuente de inspiración y convergencia para múltiples colectivos. Se trata de una obra que ha sido traducida a más de 20 lenguas, y su edición en español se encuentra sistemáticamente desde hace años entre los cinco documentos más solicitados en la Biblioteca Digital de la UNESCO. En América Latina, en especial, su incidencia en el pensamiento pedagógico y social ha sido de enorme trascendencia, con gran adhesión de comunidades de educadores de los países de la región. En especial, queremos hacer referencia aquí a dos eventos de gran importancia, que dieron lugar a sendos documentos basados en la obra moriniana que aquí reseñamos. Se trata de las Conferencias de Fortaleza (Ceará, Brasil) llevadas a cabo en 2010 y 2016: la Conferencia Internacional Por una educación transformadora: los siete saberes para la educación del presente (setiembre 2010), y la Conferencia Internacional Saberes para una ciudadanía planetaria (mayo de 2016). En la Carta de Fortaleza (2010), se expresa: - La importancia de este precioso legado para la formación de las futuras generaciones, titulado Los siete saberes necesarios de la educación para el futuro, propuesto por Edgar Morin, que a petición de la UNESCO nos compromete a promover con urgencia una agenda que viabilice su puesta en práctica junto a las instituciones educativas de nuestros países, ya sean públicas o privadas, formales y no formales. El interés y compromiso con los siete saberes propuestos en el mencionado documento y la importancia de crear espacios dialógicos, creativos, reflexivos y democráticos, formales y no formales, capaces de facilitar la creación de prácticas pedagógicas basadas en estos temas y guiadas por la solidaridad, la ética, la paz y la justicia social. Por su parte, más aquí en el tiempo, la Carta de Fortaleza II (2016), entre otros asuntos estratégicos, recomienda y apoya la creación de una red de cooperación interinstitucional e internacional capaz de colocar en marcha estrategias intensivas de formación de educadores, mediante el desarrollo de proyectos compartidos de investigación-formación-innovación, pautados por la complejidad y la transdisciplinariedad, así como por los demás principios que inspiran los documentos Para un Pensamiento del Sur y Los siete saberes para una educación del futuro, en vistas a la construcción de una nueva política de civilización planetaria. Son incontables las instancias de elaboración pedagógica que, en nuestra región, han tenido como base y contenido el mensaje de Los siete saberes. Últimamente, también se están dedicando esfuerzos a la adaptación de sus contenidos en otros formatos, con vocación de vínculo directo con adolescentes y jóvenes. Desde el proyecto “La vía de los siete saberes. Promoviendo valores en la juventud para el desarrollo sostenible”, que lleva adelante la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe, se busca acercar a los jóvenes el mensaje de la obra moriniana, de manera innovadora, para contribuir a desarrollar una visión más integral sobre la complejidad del mundo y sus incertidumbres. Por medios recreativos tecnológicos −narrativas transmedia, múltiples plataformas− el proyecto contribuye a identificar los retos y alternativas que surgen en un mundo cada día más complejo, desafiante y prometedor. Los productos creados por el proyecto se conciben para ser utilizados como herramientas educativas en ámbitos formales y no formales, ofreciendo un abordaje pertinente a la complejidad del mundo real, y contribuyendo a fortalecer vínculos sociales inclusivos, valores humanos de comprensión mutua y visiones responsables de futuro. Tal como se expresa al inicio de esta nota, 20 años más tarde la novedad de Los siete saberes… aún sigue inspirando alternativas y estrategias de futuro. Como gusta recordar Edgar Morin de uno de sus poetas preferidos, Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.  Edgar Morin nació el 8 de julio en 1921, en París, dato cronológico que marcó la historia de un parto difícil que no debería haber sido, pero fue. Un nacimiento que, en la previsión médica, excluía la posibilidad de sobrevida para ambos, madre e hijo, pero cuyo destino, no obstante, arrancó de la muerte al uno y mantuvo con vida a la otra. Primera contradicción, primera integración. A partir de allí, la historia de quien deviniera uno de los mayores pensadores contemporáneos se encabalgó en la contradicción, la curiosidad, la reflexión, el misterio. La esperanza y la desesperanza, la alegría y la tristeza, el escepticismo y la utopía... todas ellas fueron marcas de fábrica en una aventura que, aún hoy, mantiene la vitalidad de un pensamiento siempre inacabado. “Omnívoro cultural”, como él mismo se define, Morin exploró desde niño territorios que le han ofrecido −desde la literatura, la música y el cine− herramientas para una mejor comprensión del mundo. “Mi espíritu −dice Morin− dio primacía a los libros que alimentaban el escepticismo y la esperanza, así como a los que anunciaban la redención después de tantos dolores. La contradicción entre fe y duda siempre fue vívida, violenta, inextinguible, inalterada, nunca superada, con accesos mesiánicos anunciándome redención y salvación, y accesos nadáticos que me confirman que todo está perdido para siempre. De ahí mi irresistible atracción por la duda fundamental (Montaigne), pero también por el impulso fundamental más allá de la duda y de la razón (Rousseau); por las verdades del corazón que responden a todas mis insatisfacciones anunciándome amor, redención, salvación, y las verdades de la razón que satisfacen mi escepticismo y mi sentido de la relatividad. De ahí mis impulsos, nunca agotados, hacia el escepticismo, el misticismo, la racionalidad, la poesía, el realismo, el utopismo. De ahí mi fascinación por los autores que más intensa e íntimamente vivieron esta contradicción (Pascal, Dostoievski), por los filósofos de la contradicción que, en profundidad, nunca la suprimen (Heráclito, Hegel). Paso de una a otra polaridad según la última influencia principal, pero, al hacerlo, no dejo de alimentar a la una y a la otra.” Poco a poco, ese niño-adolescente-joven fue forjando -sin ser consciente de ello- una dialógica que lo conduciría a la construcción de una formidable obra intelectual con indudable incidencia en todas las áreas del saber. Porque así es la elaboración de Morin: transfronteriza, ciudadana del mundo del conocimiento, apátrida de territorios clásicos, anfitriona del forastero. En sus 95 años de vida, Edgar Morin ha conocido muchas épocas, tanto histórico-sociales como personales. Ha sido agudo y crítico observador de un mundo convulsionado por radicales transformaciones sociales, políticas y tecnológicas. A ellas ha asistido no desde la distancia, sino como voluntario protagonista de la historia en cuyo devenir pretende contribuir. Así, la Resistencia Francesa; así, los sucesos de 1968 –francés y universal–; así, el descubrimiento del ADN; así, la revolución científica y tecnológica de los Wiener, los Shannon, los von Neumann…; así, el ascenso y el ocaso del estalinismo y el mundo soviético; así, las nuevas configuraciones fragmentaciones, integraciones de los estados-nación y la identidad planetaria. En ese interjuego entre sujeto y mundo, el Morin-observador no ha dejado de observarse a sí mismo. De ello da cuenta la mayoría de sus obras, especialmente las que pueden ser consideradas verdaderas autobiografías intelectuales. Desde ese enorme caudal de experiencia vivida intensamente y de reflexión rigurosa y arriesgada, fue tomando cuerpo un sistema de ideas provocador y estimulante. Se trata de un proceso de libertad creadora y rigurosidad teórico-metodológica con alta implicación personal, en el que se encuentra con la educación, la ecología, la ciencia política, la sociología, la psicología, la historia y la antropología, la física y la biología... saberes que se entrelazan en diálogo. Por ello el trabajo de Morin, siendo científico y teórico, a la vez es personal y político, y apuesta a tener incidencia en la vida concreta de hombres y mujeres. De ahí lo apasionante que resulta incursionar en él: sumergirse en un libro de Morin supone una aventura que, seguramente, no dejará las cosas como estaban. Es que la vida concreta de uno mismo, lector, y los paradigmas que la orientan se ponen en juego en esta experiencia transformadora. URL:https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2017/5/20-anos-despues-la-novedad-sigue-viva/ UNESCO Forum on Global Citizenship Education provides a platform for innovative teaching 2017-03-17 The Third UNESCO Forum on GCED, which opened on 8 March 2017 in Ottawa, Canada, brought together leading experts, practitioners and policymakers from around the world to examine pedagogical approaches and teaching practices, and to ensure that practical change is brought into classrooms.“Teachers are on the frontlines of bringing GCED into learning environments. Without confident, qualified and well-prepared teachers, we cannot advance GCED,” said UNESCO Assistant Director-General for Education, Qian Tang, at the official opening of the Forum. Ambassador Elaine Ayotte, Permanent Delegate of Canada to UNESCO, underlined the essential contribution of educators in building competencies that foster awareness of today’s realities that affect all peoples from all cultures.Ambassador Choong-hee Hahn, Deputy Permanent Representative of the Republic of Korea to the United Nations, described the momentum building among policy makers at the global level, and Member States’ commitment to equip the next generation with the tools of tolerance and cultural literacy.Utak Chung, Director of the Asia-Pacific Centre of Education for International Understanding, renewed the Centre’s support towards global advancement of GCED and reaffirmed that fostering global citizenship is not just the UN or UNESCO’s agenda, but ultimately a global agenda. Teachers’ crucial role for achieving Target 4.7With teachers as the central theme of the third UNESCO GCED Forum, the focus has been to draw attention to educators’ fundamental role in improving learning about, and for, global citizenship. In a context where learners are increasingly learning through a diversity of channels, the role of teachers is bound to evolve. Teachers are not only the transmitters of knowledge. They have a role to play in developing learners’ knowledge, skills and attitudes that promote peace and sustainable development. Teachers are the agents of change who can ensure countries achieve of Target 4.7 of the SGD on Education. The event also included the active participation of teachers from UNESCO’s Associated Schools Network (ASPnet) along with 50 youth delegates selected by the Mahatma Gandhi Institute for Peace and Sustainable Development (MGIEP).The UNESCO Week for Peace and Sustainable Development: the Role of Education (6-10 March 2017) also included the GAP Review Forum, as well as a joint day where the official opening took place.  The UNESCO Week is organized jointly by UNESCO and the Canadian Commission for UNESCO with financial support from UNESCO, the Canadian Commission for UNESCO, the Canada Council for the Arts and the Ministry of Education, Culture, Sports, Science and Technology of Japan through the UNESCO Japanese Funds-in-Trust for ESD. Additional support for the Week is provided by the Council of Ministers of Education, Canada, the Global Centre for Pluralism and the Canadian Museum of History. Follow the GCED Forum on Twitter using #UNESCOweekED.Links: UNESCO Week for Peace and Sustainable Development website  Global Citizenship Education  Learning to live together sustainably (SDG4.7): Trends and Progress  UNESCO Associated Schools URL:http://www.unesco.org/new/en/education/resources/online-materials/single-view/news/unesco_forum_on_global_citizenship_education_provides_a_plat/ ⓒ Presidencia de la República de Costa Rica Costa Rica se proyecta al mundo por medio de la Educación 2017-02-07   Curso Lectivo 2017: Año de la Ciudadanía Planetaria. Presidente de la República y ministra de Educación inauguran curso lectivo con más de 947 mil estudiantes en las aulas y un presupuesto superior a ¢ 2.5 billones. El Consejo Superior de Educación (CSE) acordó declarar el curso lectivo 2017 como el año de la Ciudadanía Planetaria, con esta designación se propicia la inserción global proactiva de niñas, niños, jóvenes y adultos a la vez que se fortalece la identidad propia de nuestro país y regiones. El anuncio lo hizo la ministra de Educación Pública, Sonia Marta Mora Escalante, en el marco de la inauguración del curso lectivo 2017, en el Liceo de Costa Rica, en San José, que contó con la participación del Presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera. “El MEP continúa impulsando un sistema educativo que trabaje con estándares de calidad mundial, que propicie habilidades y competencias esenciales para asumir los retos del siglo XXI. Durante este año seguiremos formando estudiantes con grandes capacidades comunicativas y habilidades plurilingüísticas, que disfruten de la multiculturalidad y sean capaces de pensar globalmente para actuar en lo local” afirmó la jerarca. Esta declaratoria se apoya en importantes acciones que se desarrollarán durante este año. Durante el 2017 continuaremos mejorando la conectividad de internet por medio de fibra óptica en centros educativos de todo el territorio nacional, la meta es conectar cerca de 400 instituciones con esta tecnología. Seguiremos uniendo zonas de difícil acceso, impulsamos la democratización de oportunidades para estudiantes de zonas rurales, en riesgo social, indígenas e insulares, entre otros, el gran reto de este año es seguir aumentando las velocidades para que los centros educativos conectados actualmente cuenten con al menos 10 megas. El CSE aprobó el proyecto piloto “falemos portugués” para desarrollar competencias lingüísticas y promover el intercambio cultural en 204 jóvenes de seis colegios públicos. Este proyecto inicia el primer semestre del 2017 en los siguientes centros educativos: Liceo Experimental Bilingüe (LEB) de Grecia, LEB de San Ramón, LEB de Heredia, Colegio Técnico Profesional (CTP) de Pavas, Cotepecos y CTP de Santa Ana. Luego de siete meses de aplicación del programa “Hablemos Mandarín” en seis colegios públicos del país, el 98% de los jóvenes que presentaron la prueba se acreditaron a nivel internacional A1 de la prueba Youth Chinese Test (YCT). Este año se integran al programa 240 jóvenes más, procedentes de cuatro nuevos centros educativos: CTP de Flores, Liceo de Alfaro Ruiz, Liceo San Rafael de Alajuela y Liceo de Tarrazú. Los nuevos programas de estudio de inglés entran en vigencia este curso lectivo para los niveles de primer grado y tercer grado de la escuela, y sétimo y noveno año en el colegio. Los y las estudiantes en clases planificarán, investigarán, analizarán, resolverán problemas, expresarán intereses y trabajarán colaborativamente utilizando el inglés, situando el aprendizaje dentro de situaciones reales y temas actuales. También las clases de francés, en estos mismo niveles, serán más dinámicas y permitirán a los desarrollar las competencias necesarias para comunicarse en situaciones útiles para la vida cotidiana, esto mediante la implementación del nuevo programa de estudio, el cual fomenta un trabajo cooperativo y apoyo mutuo entre estudiantes. Estos programas utilizan el Marco de referencia común europeo (MCE). Por medio de esta medición no solo garantizamos resultados, sino que el estudiante podrá demostrar su nivel de manejo del idioma en cualquier parte del mundo. Estos nuevos programas se enmarcan en la visión educativa de esta administración, de educar para una nueva ciudadanía, desde la cual se fomenta la transformación curricular, que permite transitar hacia la educación que se requiriere en el Siglo XXI. Para ello se establece una base que orienta el desarrollo curricular mediante nuevos programas de estudio, nuevas formas de capacitar y de desarrollar la formación continua del personal docente y administrativo, así como el camino a seguir para los programas co-curriculares y otras acciones que contribuyen al desarrollo integral estudiantil. Una nueva política curricular fue aprobada por el Consejo Superior de Educación en el 2016, y se desarrolla considerando tres ejes que atraviesan toda la formación educativa y que son: Ciudadanía para el Desarrollo sostenible, ciudadanía planetaria y ciudadanía virtual con equidad social. El Ministerio de Educación Pública da pasos decisivos para el fortalecimiento de la educación para la primera infancia. La meta es aumentar la cobertura en el Ciclo Materno Infantil, Grupo Interactivo II de las poblaciones que requieren el servicio del nivel preescolar en los centros educativos y que no asisten al mismo. Los esfuerzos se dirigen al aumento de cobertura para el 2018, en niños y niñas de 4 años y 3 meses de edad y 5 años y 3 meses de edad, con miras a la universalización del servicio de educación preescolar en el país. Para el logro de esta meta se establecen cinco componentes: la identificación de los niños y niñas fuera del sistema educativo, la asignación de plazas docentes en preescolar, mejoras en infraestructura necesarias para asegurar el servicio a niños y niñas en primera infancia, trabajo con familias y su sensibilización acerca de la importancia del componente cognitivo en el desarrollo integral de la niñez y calidad educativa. Otra de las novedades para este curso lectivo 2017, es el inicio del plan piloto para la Educación Dual en el sistema educativo costarricense. El plan se denomina: “Modelo dual: Institucionalización de una alternativa para el fortalecimiento del sistema educativo y la inserción laboral de los jóvenes en Costa Rica” y se implementará en 4 grupos de 15 a 20 estudiantes de Educación Técnica Profesional, de la especialidad Automotriz, del Colegio Vocacional de Artes y Oficios (COVAO), de Cartago; Colegio Técnico Profesional Monseñor Sanabria, de Desamparados; Colegio Técnico Profesional Carlos Manuel Vicente, de Golfito; y Colegio Técnico Profesional Jesús Ocaña, de Alajuela. En el proyecto participan el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la Universidad Técnica Nacional (UTN) y se cuenta con la cooperación del Gobierno de Alemania y la Universidad de Osnabrück. Invertiremos en tecnologías móviles mediante el programa Tecno@prender, en beneficio de más de 61 mil estudiantes y 4 790 docentes de diferentes asignaturas y especialidades. Ofreceremos procesos de formación profesional al menos a 40 mil funcionarios, con un presupuesto aprobado de más de ₡1.250 millones. Las capacitaciones se brindarán tanto desde espacios presenciales como en entornos virtuales dentro del Plan Nacional de Formación “Actualizándonos”. Como parte de los procesos de mejora continua de la gestión de Recursos Humanos y con el objetivo de lograr la estabilidad laboral de docentes y administrativos, en la primera quincena de febrero más de 76 mil funcionarios recibirán su salario completo. Lo anterior gracias a la agilización en más de 23 mil prórrogas de nombramientos, 12 mil recargos y la minimización de los interinatos. En las 27 Direcciones Regionales de Educación se podrán realizar 30 trámites, con el fin de que el personal docente y administrativo evite los traslados a Oficinas Centrales. Hemos dispuesto la creación de un colegio académico, la reapertura de una escuela, 5 CINDEAS y 4 Satélites, además de la transformación de telesecundaria a Liceo Rural de 14 instituciones, 3 transformaciones de Satélite a CINDEA, 23 instituciones con cambio de modalidad a horario regular (ampliado) y 1 de atención prioritaria. El 2017 cuenta con una proyección de matrícula de 947.848 estudiantes distribuidos de la siguiente forma: 122.769 de Preescolar, 441.055 I y II Ciclos, 229 Escuelas Nocturnas, 368.890 III Ciclo y Educación Diversificada y 14.905 Educación Especial. La Dirección de Programas de Equidad trabaja para atender las necesidades de los estudiantes en alimentación, transporte y becas. El Programa de Alimentación y Nutrición Escolar (PANEA) destinó ¢60 392 millones para servidoras de comedor, equipamiento de las instalaciones y compra de alimentos. En transporte estudiantil la inversión será de ¢30 808 millones y beneficiará a 139 832 estudiantes en las diferentes rutas ofrecidas. Por tercer año consecutivo, los depósitos del Fondo Nacional de Becas fueron realizados a tiempo, y en los dos años anteriores cumplimos con el 100% de la asignación programa. Fonabe tiene un presupuesto de ¢48 635 millones para la atención de 195 449 becados. Para este año, el Fondo prorrogo las becas de 132 424 estudiantes, ampliando la cantidad de beneficiarios en 5 000 jóvenes. Los productos van desde los ¢18.000 hasta los ¢80.000 en caso de postsecundaria. Para el curso lectivo 2017 se reforzará el trabajo con los centros educativos para atender las necesidades específicas de cada población estudiantil, con iniciativas innovadoras como: proyecto ANIMARTE, talleres Actuando en Común-unidad, Gestión para el Cambio, Encuentro Nacional de líderes y lideresas estudiantiles, así como más de 300 visitas para dar apoyo a los 168 colegios y redes en todo el país. Como parte del trabajo interinstitucional, se continuará con los procesos de coordinación con el PANI, AVANCEMOS Y FONABE, con el objetivo de que los subsidios económicos y becas lleguen a la población más necesitada y con el Ministerio de Salud se continuará con el servicio de CENCINAI nocturno para padres y madres que trabajan y estudian de noche. Para el año en curso, la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo del MEP reporta 180 centros educativos por entregar a las comunidades, 789 en fase de desarrollo, así como la dotación de 44.570 insumos de mobiliarios para centros educativos con una inversión de más de ¢2 mil millones. Para este año, la DIEE pondrá en marcha la fase II del proyecto de inventario nacional de infraestructura educativa pública para conocer el estado real de los centros educativos. La expectativa es que en el primer semestre del año inicia la ejecución a nivel nacional. URL:https://presidencia.go.cr/comunicados/2017/02/costa-rica-se-proyecta-al-mundo-por-medio-de-la-educacion/ ⓒ  Gabinete Comunicación y Educación UAB Tapio Varis: “Si se quiere paz, la educación para una ciudadanía global debe ser un objetivo central en el sistema educativo” 2017-01-30 Desde 2008, según ha informado el Institute for Economics and Peace,  los niveles de paz mundial vienen disminuyendo. Las muertes por terrorismo han aumentado en un 286%, y lo mismo sucede con los conflictos bélicos.  Y existen más de 57 millones de refugiados y/o desplazados que huyen de las guerras. En este contexto, encontrar soluciones y nuevas propuestas que relacionen la paz y educación es clave. Para abordar esta cuestión, Aika ha entrevistado en exclusiva a Tapio Varis, uno de los intelectuales europeos más implicados activamente, desde más de 40 años, en el proceso de relacionar paz y educación. Actual profesor emérito de la Universidad de Tampere (Finlandia) y Catedrático de la UNESCO, su carrera ha estado dedicada, desde el inicio, a promover el desarme y la distensión. Ha investigado y publicado sobre la cooperación y la paz, la resolución de conflictos, y la prevención de las guerras. Pero su mayor esfuerzo se ha dedicado a promover un nuevo orden mundial de la información y la comunicación capaz de contribuir a la estabilidad y la diversidad cultural. Ha defendido siempre la educación destinada a construir una ciudadanía global basada en la ética y en la adquisición de una alfabetización informacional y mediática crítica. Desde que fue Rector de la Universidad de la Paz en Costa Rica por los años 70, ha venido trabajando y publicando con destacados  investigadores del área lationamericana: Juan Somavia, Fernando Reyes Matta , Rafael Roncagliolo, Armand Mattelart, Ariel Dorfman y Pérez Tornero, entre otros. Sus iniciativas se han movido siempre en el marco de instituciones internacionales como las Naciones Unidas y la UNESCO. Ha ocupado, entre otros cargos, el de Miembro del Governing Board Member of UNESCO/IITE. AIKA publica sus declaraciones en dos entregas, una el pasado sábado y la otra hoy 30 de enero, Día Escolar de la No Violencia y la Paz. La primera, centrada en la emergencia de un nuevo orden sociopolítico que necesita impugnar “la militarización de las mentes”. La segunda, a continuación, trata de cómo la educación debe responder al reto de la construcción de la paz. Usted siempre se ha dedicado siempre a cuestiones de relacionadas con la educación, ¿cómo cree que la educación puede ayudar a la paz? ¿Cómo deberían afrontar los sistemas educativos de todo el mundo la educación para la paz? En la educación la pregunta esencial es siempre la misma: ¿cuál es el objetivo de la educación? Existen diferencias entre aprendizaje, educación y formación. El aprendizaje se produce cuando, como respuesta de un individuo a determinados estímulos se generan nuevos comportamientos. El aprendizaje es, por tanto, un cambio que se produce en el conocimiento que almacenamos en nuestras memoria. La formación es el proceso en el que los individuos construyen nuevas ideas o conceptos basados ​​en los conocimientos previos y en la experiencia. Y la educación incluye aprendizaje y formación, pero tiene que ver con las actitudes, la socialización, los valores, etc. En nuestra cultura de alta tecnología existe la tendencia a centrarse casi exclusivamente solo en el aprendizaje y, en todo caso, en la formación, lo cual hace innecesario discutir sobre los valores y metas de la educación. Pero excluyendo del debate la educación y focalizándonos en el aprendizaje, ¿no estamos entonces apoyando la hegemonía del modelo tecno-científico en la definición del conocimiento legítimo y productivo? «La pregunta esencial es siempre la misma: ¿cuál es el objetivo de la educación?» Sí, estamos haciendo del aprendizaje tan solo una herramienta política y económica. Como decía Toynbee “El utilitarismo ha desposeído al aprendizaje de su dignidad e independencia inherentes”. O como señala Gowin, estamos ante “una racionalidad tecnocrática que da lugar a un pensamiento restringido y reducido”. Me gusta en este sentido recordar lo que dijo en su día Gilberto Gil: en medio de estos procesos el mundo de hoy se está fragmentando a marchas forzadas. Frente a ello, la ONU trata de promover desde 1980 el aprendizaje sobre los problemas globales. De hecho, se trata de algo que ha sido impulsado también, incluso, desde la antigua Unión Soviética. Es evidente que las cuestiones globales, culturales y de civilización se han convertido en un hecho fundamental entre finales del siglo XX y principios del XXI. Pero hay que ir más allá. Cuando reconocemos los valores y las cuestiones éticas inherentes a la educación no tenemos otro remedio que afrontar decididamente el diálogo de civilizaciones. Esto es mucho más que la educación internacional o la formación global: es un reto para la educación moderna en favor de la paz. ¿Se están dando pasos en ese sentido? La agencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible 2030 ha resumido muy bien esta visión transformadora: “Prevemos un mundo libre de temor y violencia. Un mundo donde la alfabetización sea universal. Un mundo donde el acceso a una educación de calidad en todos los niveles, a la atención sanitaria y a la protección social sea equitativo y universal, donde se garantice el bienestar físico, mental y social”. Este puede ser el objetivo central. Pero para lograrlo necesitamos nuevas pedagogías y una nueva cultura del aprendizaje. La reforma del currículo nacional de Finlandia establece que la escuela debe funcionar como una comunidad que apoya la educación, el crecimiento y el aprendizaje significativo. En resumen, una educación destinada a preparar ciudadanos activos, creativos y entusiastas, con conocimientos y competencias para el futuro. Destinada a proporcionar conocimientos, habilidades e información para que los estudiantes se adapten a las necesidades de una sociedad orientada hacia los servicios, hacia diferentes profesiones, negocios diversos, la administración pública  y, fundamentalmente, orientada hacia la consecución de una ciudadanía activa. En Finlandia, por ejemplo, la educación para una ciudadanía global se acepta como un concepto que nos tiene que conducir a la consecución de una ética propia de una ciudadanía mundial. Esta, a su vez, se basa en la equidad y en el respeto a los derechos humanos. Esto también significa la promoción de una ciudadanía crítica, dotada de una capacidad critica ante la información y los medios, capaz de actuar eficazmente como miembro de una comunidad en un mundo globalizado. Creo que si se quiere la paz, la educación para una ciudadanía global es clave en cualquier sistema educativo. «El nuevo humanismo prioriza una nueva visión del respeto por la diversidad cultural y apoya el desarrollo mediático y cultural con el objetivo de consolidar la nueva cultura de paz» En sus libros y conferencias ha manifestado que confía en la aparición de un nuevo humanismo de alcance universal. ¿Cree que los conflictos de las últimas décadas, la aparición de la xenofobia y el miedo al otro representan un paso atrás en el camino hacia ese nuevo humanismo? Para mí, el «nuevo humanismo» no es una solución religiosa o ideológica a los problemas de la humanidad, sino más bien una filosofía de trabajo para las organizaciones internacionales y para la vida. El nuevo humanismo prioriza una nueva visión del respeto por la diversidad cultural y apoya el desarrollo mediático y cultural con el objetivo de consolidar la nueva cultura de paz. La Unesco resumió esta filosofía en 2011 de la siguiente forma: “Este concepto tiene que concentrarse en la diversidad cultural, el diálogo en la era de Internet y la reconciliación entre el Norte y el Sur”. ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en la educación para la ciudadanía global y la diversidad cultural? La cuestión del orden mundial y la tendencia hacia la civilización global ha inspirado a investigadores, comunicadores, educadores y líderes espirituales a responder preguntas sobre cómo funciona el mundo. El humanismo tradicional es desafiado por el transhumanismo, que pretende transformar la condición humana mediante el desarrollo y la creación de tecnologías sofisticadas para mejorar las capacidades intelectuales, físicas y psicológicas. La ciencia y la tecnología se están convirtiendo en el credo del nuevo orden y se necesitan nuevas alfabetizaciones para el siglo XXI. Como ya observaron Toynbee e Ikeda en su diálogo de 1976, “la gente está hoy obligada a servir al conocimiento intelectual y la habilidad tecnológica, que a su vez están controladas por la política y las economías”. ¿Hay que aceptar esto sin hacer nada? Creo que no. En algunos de sus libros hemos leído que una nueva alfabetización mediática que estimule el diálogo intercultural y el diálogo con la tecnología puede ser un factor de cambio positivo. ¿Sigue siendo optimista al respecto? Para mí no es una cuestión de optimismo o pesimismo porque, en general, suelo ser optimista, aunque, en ocasiones pueda adoptar un punto de vista que a algunos les puede parecer pesimista o nostálgico. El período de transición en que vivimos ahora es distinto de los períodos de cambio anteriores. Los medios impresos y los electrónicos tradicionales se fueron generalizando en un plazo de tiempo razonable, por lo que cuando empezamos a usarlos activamente como nuevas formas de comunicación ya teníamos una estimación aproximada del impacto económico y social de esta transición. Y con ello, además, podíamos formar a nuevos profesionales y dar soporte a las instituciones. Ahora, en cambio, los medios se integran y convergen diferentes formas de comunicación y tecnología a una velocidad que no permite disponer del tiempo ni de la capacidad para evaluar las consecuencias, posibilidades reales o problemas. «Aprender a usar nuevas tecnologías y ser alfabetizados mediáticamente es clave de cara a construir una ciudadanía global» El uso de las TIC y las habilidades digitales en el arte, la artesanía y otros campos requieren un trabajo en equipo con habilidades especiales. La tendencia a la digitalización no significa que todo lo tradicional deba ser rechazado. Las nuevas invenciones siempre han destruido algo valioso. Por ello, a la hora de aplicar las TIC se debe prestar especial atención a la diversidad de enfoques existente. Mi opinión sobre las tecnologías de la comunicación es que siempre han sido, al mismo tiempo, un fenómeno estructural y un fenómeno contextual. Lo que defiendo, por tanto, y con convicción, es que aprender a usar nuevas tecnologías y ser alfabetizados mediáticamente es clave de cara a construir una ciudadanía global. Para ello, debemos desarrollar nuevas formas de aprendizaje, especialmente en lo que se refiere a nuestro trabajo en entornos no formales. Al mismo tiempo, no hay que olvidarlo, para que haya progreso, se debe prestar especial atención a la formación de los profesores en el uso de las TIC. En un mundo intercultural, la comunicación media necesariamente entre diferentes valores y comportamientos culturales. Existen grandes civilizaciones y culturas con patrones de comunicación muy diferentes. En consecuencia, si se quiere crear realmente una sociedad de la información global, se debe prestar más atención a la diversidad cultural y a la coexistencia de distintas civilizaciones y culturas. «Para que haya progreso, se debe prestar especial atención a la formación de los profesores en el uso de las TIC» Si tuviera que ofrecer recomendaciones concretas al profesorado sobre cómo construir un clima de paz y de entendimiento universal en sus centros, ¿qué les propondría? Mi primera recomendación es subrayar el papel de la personalidad individual de los estudiantes. En los entornos globales de aprendizaje tenemos una gran variedad de fuentes, información, datos y materiales. Las máquinas que permiten el aprendizaje han reemplazado la mayor parte de este. Sin embargo, el espíritu del nuevo humanismo no puede ser creado sin identificar las necesidades humanas, la personalidad de los individuos, con sus esperanzas y temores, sentimientos y emociones. Mi segunda recomendación es la confianza. En este mundo competitivo es difícil generar confianza, pero sin ella no se puede crear nada ni tampoco abrirse. En un entorno abierto compartimos nuestros conocimientos con los demás y seguimos la teoría de la sinergia en la práctica: cuanto más damos, más obtenemos. Un profesor que intenta mantener sus métodos y conocimientos cerrados pronto encontrará que sus métodos y habilidades son obsoletos. En el contexto internacional, los problemas son complejos. Podemos seguir las reglas de las negociaciones de desarme: confiar y verificar. No solo se puede confiar en la buena voluntad y las buenas intenciones, la verificación es necesaria. Por tanto, lo que propongo es una confianza crítica. Y, finalmente, el profesorado no debería perder nunca de vista que la educación por una ciudadanía global y por la paz deben ser objetivos centrales en su trabajo. URL:http://www.aikaeducacion.com/entrevistas/tapio-varis-se-quiere-paz-la-educacion-una-ciudadania-global-objetivo-central-sistema-educativo-2/ Ensayo de graduado sobre ciudadanía global fue elegido en el concurso Many Languages One World organizado por Naciones Unidas 2016-08-01 De un total de 3.600 postulantes de todo el mundo, el ensayo “From Lemkin to Kurdi: an essay on global citizenship” de Federico Wynter, graduado de la Licenciatura en Estudios Internacionales, fue uno de los ganadores del concurso Many Languages One World de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En su trabajo debía reflexionar sobre el concepto de ciudadanía global. Este logro le permitió a Wynter asistir del 25 al 31 de julio de 2016 al Global Youth Forum en Hofstra University, Nueva York. “Cuando Alan Kurdi se ahogó en el Mar Mediterráneo y fue hallado yaciendo sin vida en una playa turca a comienzos de setiembre de 2015, sin saberlo desató un furor mediático y un grito de protesta internacional por lo que se ha vuelto el mayor desplazamiento forzoso de personas desde la Segunda Guerra Mundial”, así comienza el ensayo. Wynter cita la figura del niño Alan Kurdi como símbolo de la crisis de refugiados, hecho que provocó una gran movilización internacional. “Luego de los miles de refugiados que llegaban a Europa, Turquía, Líbano y otros lugares, se sucedió un debate sobre su derecho al asilo. Mientras que a lo largo de Europa políticos y gobiernos de ultra-derecha intentaron capitalizar el miedo y erigir fronteras, tanto físicas como culturales, entre sus pueblos y los refugiados, otros líderes han valientemente abrazado la histórica tarea que cayó sobre ellos y procurado una forma de reasentar a los miles de demandantes de asilo", agrega en el trabajo. A través de este episodio reflexiona a lo largo de todo el ensayo sobre el concepto de ciudadanía global, conjunto de creencias y valores que están por encima de las nacionalidades. Los ciudadanos globales son aquellos que son sensibles a los problemas mundiales. “Es la idea de que todos somos ciudadanos del mundo (…) es una utopía hacia la que estamos yendo, que está siempre en redefinición y construcción”, aclaró el graduado durante una entrevista. Si bien hay hechos mundiales que la desafían, según Wynter, hay corrientes que intentan ir hacia eso, como es el ejemplo de los derechos humanos y el desarrollo del derecho internacional. Wynter contó en la entrevista sobre su experiencia en Global Youth Forum. 51 personas de 36 países de diversas regiones trabajaron en grupo durante una semana los 17 objetivos sobre desarrollo sostenible de la ONU. “A nosotros nos tocó el objetivo número 10 que es construir ciudades sostenibles, inclusivas y resilientes. Y yo por mi trabajo en una ONG, tomé la palabra inclusiva y la expliqué desde un punto social y educativo”, dijo el graduado. En el foro había interés en conocer diferentes perspectivas de la ciudadanía global. “Yo por eso conté mi propia experiencia trabajando en la ONG Proyecto Shoa que realiza talleres en liceos públicos y privados de todo el país, en donde se abordan temas de discriminación y especialmente indiferencia". Los idiomas, agregó, juegan un rol importante “pueden ayudar al entendimiento multicultural y fomentar la ciudadanía global”. En su trabajo en Proyecto Shoá como director ejecutivo intenta crear consciencia a través de la educación. “El objetivo es que los estudiantes conozcan la historia, reflexionen sobre el presente y cambien sus actitudes”. Wynter continuará trabajando en derechos humanos y en el desarrollo del derecho internacional. “Mi deseo es estudiar en una Escuela de Derecho de Estados Unidos y empezar a trabajar en eso”, concluyó. URL:https://www.ort.edu.uy/58945/9/ensayo-de-graduado-sobre-ciudadania-global-fue-elegido-en-el-concurso-many-languages-one-world-organizado-por-naciones-unidas.html