Educación y cambio climático: aprender a cuidar de las personas y el planeta

¿Cómo puede la educación conducir a la acción contra el cambio climático?

A pesar de las sólidas pruebas existentes sobre la repercusión de la educación en el logro de otros objetivos de desarrollo y la función que desempeña en el desarrollo de la capacidad profesional para las transiciones hacia el desarrollo sostenible, la educación suele estar ausente de las consideraciones estratégicas, políticas, de planificación y de financiación de otros sectores.

El Informe de seguimiento de la educación en el mundo presenta una nueva serie destinada a fomentar el diálogo sobre la interrelación de la educación con los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible. El primer documento de la serie se centra en el cambio climático, y empieza por analizar el creciente impacto del cambio climático en la educación antes de pasar a abordar la función de la educación en la acción climática.

La contribución de la educación al desarrollo de capacidades profesionales para la transición a una economía verde está en cierta medida infravalorada. Al mismo tiempo, existe la conciencia de que el aprendizaje, tanto formal como no formal e informal, desempeña una función esencial a la hora de motivar la acción en materia de mitigación del cambio climático y adaptación a sus efectos.

Sin embargo, la existencia de una correlación positiva entre el nivel de educación y los niveles de consumo insostenibles, así como la falta de conclusiones de muchas investigaciones sobre la repercusión directa de la educación en la mitigación del cambio climático y la adaptación a sus efectos, han contribuido en parte a que se otorgue escasa prioridad a la educación en las agendas mundiales y nacionales sobre el cambio climático.

En este documento se sostiene que es necesario adaptar la educación sobre el cambio climático para que desarrolle todo su potencial. El paradigma educativo no puede basarse únicamente en la transferencia de conocimientos, sino que debe centrarse en el aprendizaje socioemocional y orientado a la acción. Gran parte de la investigación se ha centrado en analizar el logro educativo y los resultados que se alcanzan mediante el aprendizaje cognitivo. Por ello, es necesario seguir investigando para evaluar otros factores mediante los cuales la educación puede influir en los comportamientos y motivar la acción contra el cambio climático. Estas investigaciones son necesarias para formular paquetes de reformas educativas viables que mejoren los planes de estudios, refuercen la preparación de las escuelas y los sistemas educativos para el cambio climático, impliquen a los educandos y preparen a los educadores en consecuencia.